La Basura

Yo también solidarizo con los basureros, quienes se han declarado en una huelga que persigue algo tan simple como un poco más de sueldo y reconocimiento social.

El problema no es simple de abordar pues, en la mayoría de los casos, los basureros son empleados particulares. Las Municipalidades pagan a empresas contratistas, quienes son los empleadores. ¿Qué puede hacer el gobierno en estas condiciones? ¿Exigir a empresas particulares que suban los sueldos? ¿Caducarle sus contratos?

El tema es más de fondo. Es muy de fondo en realidad. Nuestros compatriotas comienzan a darse cuenta que la política, en las actuales condiciones, no es un buen cauce para solucionar sus demandas. Surgen mejores resultados con la presión social. Ojalá nuestros gobernantes logren darse cuenta de ello.

Muchos de nosotros, en la trinchera de la derecha (en la que me incluyo un poco a regañadientes) vemos lo que ocurre y le damos una interpretación apresurada a todo:

¡¡Están weones con la Asamblea Constituyente!!
¿¿Para qué cambiar la Constitución si basta con modificarla??
¿¿Por qué el Gobierno no agarra a los encapuchados a balazos y terminamos con esto de una buena vez??

Seguramente algunos de ustedes han escuchado estas proclamas, y algunos incluso las justifican. Pero estamos en medio de un problema un poquito más grave.

Hace muchos años atrás, en 1939, Crane Brinton, un historiador profesor de Harvard escribió un libro llamado “Anatomía de una Revolución”, donde describía los pasos que van dando las revoluciones. Su análisis era meramente histórico y consistió en revisar los antecedentes de la Revolución en Inglaterra, Francia, Estados Unidos y Rusia. En ningún momento entró al análisis filosófico donde Hegel es el maestro (Tesis, antítesis, síntesis).

Las Revoluciones según Brinton comienzan con reclamos de diversos grupos sociales. Los gobiernos intentan solucionar los problemas, pero no son mas que soluciones de parche, porque muchas veces es imposible que se logren soluciones definitivas. Acto seguido siguen las protestas.

La Revolución estalla con el primer balazo. El que se enoja pierde. Hay que tomarlo con prudencia pues muchas veces son tus propias fuerzas leales las que te dan la espalda porque comulgan con los revolucionarios en sus demandas. Ya lo hemos visto en varias partes ahora último. Jaddafi incluso tuvo que contratar mercenarios de otros países para que lo defendieran.

El problema es que la mayoría de las veces las demandas de los revolucionarios son absolutamente justificables y respaldadas por la mayoría. Como en el caso de los basureros. Esto no se debe a que se haya sido injusto con ellos esta vez. El problema es que siempre se ha sido injusto con ellos, pero que de una u otra forma han sido calmados por los políticos.

Me explico: Usted mi amigo está en un polvorín. A menos de 10 kilómetros de su casa vive gente en condiciones deplorables. El Estado les regala leche y notebooks a sus hijos, y se les construyen asambleas donde puedan despotricar sus demandas. El problema es que quienes debieran escucharlos no lo hacen porque ni siquiera los conocen. Entonces no sabemos cuáles son sus demandas hasta el día que los encontramos a todos en la calle. Hay senadores que no conocen sus distritos y que figuran en sus puestos por razones de cuoteos de partidos que en un régimen binominal (que no es malo, pero el nuestro es una mierda) hace esto posible.

¡¡Escalona…no vayas por Puerto Montt…anda por Concepción mejor!! ¡¡Moreira….sal de Providencia y Las Condes y ándate como senador a Los Lagos!!

¿¿Y nosotros pensando que no debemos modificar la Constitución?? ¿¿No será mucha nuestra ingenuidad??

Nicanor Parra decía que “La izquierda y la Derecha unidas jamás serán vencidas”, pero cuando los votantes son menos que la mitad de los inscritos es porque estamos metidos en un problema

Este artículo fue escrito en Reflexiones. Enlace Permanente.

Una respuesta a La Basura

  1. María Teresa dijo:

    Yo también solidarizo con los basureros

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