En nuestros tiempos de juventud todos fuimos comunistas, o al menos socialistas. Muchos por estar convencidos de que la izquierda tenía razón en su mirada de la sociedad y la forma de resolver sus problemas. Otros pensábamos, porque así se nos había dicho, que los intelectuales y la gente inteligente era de izquierda. No podían ser de derecha los jóvenes progresistas que por aquellos años teníamos el privilegio de estar en la Universidad.
Con el trascurso de los años, y por mi voracidad lectora, fui conociendo la Filosofía, las letras, la sociología, el arte y todas las disciplinas intelectuales que el mundo ponía a mi alcance. Con sorpresa, debo reconocerlo, la mayor parte de los intelectuales de fuste estaba más cercano a los pensamientos de la derecha que la izquierda.
En la literatura podemos destacar a Borges y Vargas Llosa, considerados los mejores de América Latina por sus pares y detractores. En Filosofía a Heidegger, Nietzsche, Kant, incluso se los quiso vincular con el nazismo. Incluso el propio Hegel, si, el del materialismo dialéctico, fue un reconocido liberal, que en los comienzos de su obra da nacimiento a los “derechistas hegelianos” cuyos primeros estudios se centraron en temas más bien religiosos que políticos. En Psicología a Freud se le ha intentado por años atribuir una inclinación izquierdista, a pesar de haber manifestado sin tapujos ni interpretaciones que el socialismo era delirante. (Un filósofo llamado Marcuse intentó por años crear una vinculación teórica entre socialismo y psicoanálisis, incluso escribiendo un libro llamado “Eros y la civilización”, la que fue ampliamente rebatida siglos mas tarde por considerar que el impulso de las personas a terminar con la represión sexual, no tenía nada de “izquierdista”.
En este estado de cosas, ¿a qué posición política adscribía el genial Salvador Dalí? Nadie lo sabe pero si tenemos antecedentes de cuando Franco ordena ejecutar a cinco opositores a su régimen, el flamante Dalí responde “¡Hay que ejecutarlos no más!” Respecto de los pintores vivos, el de mas renombre mundial es Fernando Botero, de quien no se conoce tendencia política, salvo que fue casado con la Ministra de Cultura de un régimen liberal.
¿Por qué hago todas estas reflexiones?
Lo que pasa es que no puedo entender que los izquierdistas de Venezuela aún crean que Chávez estuvo 5 horas en reunión de gabinete.
No podía dejar de preguntarme si son tontos o se hacen los tontos. Y de allí derivé hacia los intelectuales.
El problema es que estoy descubriendo que los izquierdistas en realidad son un poco más pelotudos. Recién se están dando cuenta de que la riqueza de las naciones se logra con trabajo y no repartiendo la miseria. Eso algunos lo sabíamos desde que Adam Smith escribió su libro hace 200 años. El problema es que los izquierdistas, que aún creen en la reunión de gabinete de Chávez, van 200 años atrás. Debemos aceptarlo porque los derechistas somos más tolerantes.
Pero tengo fe porque pienso que de repente les va a caer la chaucha