Nuestro principal problema es que formamos parte de la elite, lo que nos hace pensar que todo es maravilloso y para qué vamos a cambiar esto que está tan bueno. Ese pequeñísimo detalle hace que nuestra inteligencia nos dicte un mensaje equivocado. Seguramente la familia de Fidel también piensa que el sistema cubano es la raja. Un tío me decía siempre que el mejor sistema es la monarquía, siempre y cuando él sea el REY.
Definitivamente no creo que si seguimos creciendo a tasas del 10% anual el desarrollo nos va a ir llegando a todos por igual. Algunos piensan que Chile es la Mary Rose McGill. Otros pensamos que Chile es el “Zafrada”.
Es importante estudiar nuestro país desde estos dos personajes, pues ambos han sido creados por este magnífico modelo, que ha permitido que seamos una de las sociedades mas clasistas del planeta, donde tenemos distinta salud, distinta educación, distintos barrios, distintos medios de movilización, todo distinto. Incluso hoy ya nos estamos diferenciando en el lenguaje.
Algunos pensarán que estas desigualdades se deben a la educación. En parte si, pero el problema es mucho más grande y ojalá lo pueda explicar bien. Vivimos en medio de una tremenda timba. El dinero ya no es usado productivamente sino que financieramente, eso hace que los que producen no valgan nada. Un ejemplo. Me compré una oficina hace tres años. En realidad no lo compré, sólo firmé en el banco porque no puse un peso de pie ni nada. Lo arrendé por tres años y el arrendatario me pagaba el dividendo. La acabo de vender y me gané 60 millones sin hacer nada. Si les contara los casos que conozco de especulación inmobiliaria tendría para escribir un libro.
¿Qué ocurre entonces? El sistema es bueno para mi, pero a la larga no es bueno para todos. Si yo me puedo ganar un par de millones mensuales sin hacer nada, me imagino lo que ocurre con los que tienen más que yo. Todos jugando en esta gran timba, que tiene la virtud de que si falla y perdemos, no solamente perdemos nosotros. No, no, no. Ahí pierden todos.
Vean lo que pasa hoy en Europa. En España, Portugal, Grecia y ahora Italia los jóvenes no encuentran trabajo, con tasas de cesantía del orden del 40%. Todo para pagar acreedores. Amigos. En este momento vamos navegando en el Titanic. Buenas comidas y valses en la noche.
Nuestro país necesita hoy una apertura a una mayor INCLUSIVIDAD. Es imprescindible transformar la ética del sistema. La Inclusividad consiste en acercar a la Mary Rose y al Zafrada para que exista al menos una transferencia cultural entre ellos. Puede ser viviendo en el mismo barrio, o estudiando en el mismo colegio. Para ello es imperativo crear una mayor carga tributaria a los más ricos de la sociedad, que vayan directamente a los más vulnerables. Pero hay que hacerlo hoy. Tendemos a estigmatizar como comunistoides las alzas tributarias, pero vemos que los millonarios en Estados Unidos han solicitado expresamente al Gobierno que les suba sus impuestos. Han comprendido lo del Titanic
No hay que hacerlo cuando seamos un país desarrollado. Es absolutamente falso decir que si se suben los impuestos se van los empresarios. ¿Para dónde se van? Hay que crear nuevos paradigmas que promuevan terminar con la asimetría que existe hoy entre Mary Rose y Zafrada. Si no lo hacemos no sacamos nada con llegar el desarrollo.